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Big Data: ¿Qué es, cómo funciona y por qué es importante?
¿Te suena haber oído hablar de ello pero no sabes exactamente qué es el Big Data? No te preocupes, aquí te contamos en qué consiste, cómo funciona, para qué se usa y por qué es (y va a ser) tan importante.
¿Qué es el Big Data?, ¿para qué se utiliza?, o ¿cuáles son las “v” del Big Data? Estas son algunas de las preguntas que puedes tener si te estás preguntando por qué los datos se han convertido en el petróleo de la era digital para las organizaciones de todo el mundo.
Cada día se generan más datos. El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) no es algo imaginario y ya puedes rastrear tus hábitos de compra, de sueño o la cantidad de calorías que quemas cuando sales a correr. El término Big Data apareció por primera vez en los años sesenta, pero ahora está cobrando una nueva importancia.
En este artículo vamos a intentar resolver todas tus dudas y preguntas. ¡Toma nota!
Tabla de contenidos
Fuentes de datos: ¿de dónde procede esta gran cantidad de datos?
Procesamiento de datos: ¿cómo se realiza?
Datos estructurados
Datos no estructurados
Datos semiestructurados
Volumen
Velocidad
Variedad
Veracidad
Valor
Variabilidad
Integración
Gestión
Análisis
Desarrollo de productos
Análisis comparativo
Experiencia del cliente
Aprendizaje automático
Escalabilidad y predicción de fallos
Fraude
Big Data e inteligencia artificial, un futuro prometedor
¿Qué es el Big Data?
Por definición, el Big Data (o macrodatos) son conjuntos de datos de gran variedad, que se generan en grandes volúmenes y a una velocidad cada vez mayor. Por eso, cuando hablamos del Big Data, siempre mencionamos las tres “V” del Big Data. Bueno, en realidad ahora hay más de tres “V”, porque el concepto del Big Data ha evolucionado, pero eso lo explicamos más abajo.
¿Sabías que el motor de un avión genera más de 10 terabytes de datos en solo 30 minutos de vuelo? ¿Y cuántos vuelos hay en un día? Esto hace que cada día haya varios petabytes nuevos de información. Las cargas de fotos y vídeos, los mensajes y los comentarios en Facebook generan varios cientos de terabytes de datos nuevos a diario. La suma de todo esto se estima que en 2025 superará el total de 180 zettabytes (o 180 billones de gigabytes). Pues eso es a lo que llamamos Big Data.
En resumidas cuentas, el Big Data son datos. Muchos datos. Nuestra sociedad no para de generar datos a una velocidad vertiginosa. Lo que importa es lo que se hace con esos datos. Cómo se almacenan y analizan, y las conclusiones y oportunidades que se obtienen de ellos.
Fuentes de datos: ¿de dónde procede esta gran cantidad de datos?
El Big Data se genera a través de muchas de las actividades que realizamos a diario. Por ello, las fuentes de datos son verdaderamente diversas: dispositivos GPS, sensores de reconocimiento facial o emails son solo algunos ejemplos. Las fuentes de procedencia más habituales de estos grandes volúmenes de datos son:
Procesamiento de datos: ¿cómo se realiza?
La mayoría de las personas utiliza algún tipo de tecnología o servicio online como Gmail o Facebook. Estas empresas nos permiten que enviemos e intercambiemos datos y, a su vez, utilizan los datos que les ofrecemos.
Es decir, los servicios en línea, sitios web, aplicaciones y muchos otros dispositivos analizan datos constantemente para conseguir que sus servicios sean más eficaces y desarrollar nuevos productos. Y para ello, utilizan herramientas y servicios de Big Data (como Hadoop o NoSQL) para analizar y procesar el gran volumen de datos generados, con el fin de mejorar su oferta. Pero no se queda ahí. Un día alguien pensó: «¿Por qué no usamos los datos masivos para que las máquinas aprendan por sí solas?». Así es como nació el aprendizaje automático, o machine learning, lo que también comenzó a generar más datos.
Datos y más datos, con aplicaciones casi infinitas que te ayudan a tomar decisiones, resolver problemas e incluso escribir una respuesta automática en tu correo o LinkedIn.
Tipos de Big Data
Los datos se pueden clasificar según su estructura, y así podemos distinguir entre:
Datos estructurados.
Datos no estructurados.
Datos semiestructurados.
Datos estructurados
Los datos estructurados tienen un formato fijo y a menudo son numéricos. Este tipo de datos es información que ya está ordenada en bases de datos y hojas de cálculo, que están almacenadas en bases de datos SQL, lagos de datos y almacenes de datos. Por ello, en muchos casos, las máquinas (en lugar de los seres humanos) pueden gestionar los datos estructurados con éxito.
Datos no estructurados
Los datos no estructurados es información que carece de organización y no está en un formato predeterminado porque puede ser muy diversa. Los datos recopilados de fuentes de redes sociales son un buen ejemplo. Se pueden convertir en archivos de documentos de texto almacenados en Hadoop, como clústeres o sistemas NoSQL.
Datos semiestructurados
Los datos semiestructurados pueden contener ambas formas de datos, como, por ejemplo, los registros de servidores web o los datos de sensores que se hayan configurado. Para ser precisos, son datos que, a pesar de no estar clasificados en un repositorio concreto (una base de datos), contienen información vital o etiquetas que segregan elementos individuales dentro de los datos.
El Big Data habitualmente procede de múltiples fuentes, que además pertenecen a tipos de fuentes diferentes. Por este motivo, no siempre es fácil saber cómo integrar todas las herramientas necesarias para trabajar con distintos tipos de datos.
Las grandes V del Big Data
Ahora que ya sabes cuál es la definición de Big Data, de dónde procede o los tipos diferentes que existen, llegamos a las famosas “V” del Big Data. Los científicos de datos (o data scientists, en inglés) utilizan las “V” para definir el Big Data, y tradicionalmente había tres “V” diferentes: volumen, velocidad y variedad. Pero la lista ha aumentado y no existe un acuerdo sobre cuántas “V” hay (o habrá, porque cada vez hay más “V” que se suman a la lista).
A continuación, definimos las seis “V” más comunes.
Volumen
Como su propio nombre indica, cuando hablamos de Big Data nos referimos a grandes volúmenes de datos. Este volumen es importante para el almacenamiento, el procesamiento y la explotación: cuanto mayor sea el volumen, más complejo será utilizar el Big Data. Así pues, la cantidad de datos es un aspecto muy importante. Algunas empresas pueden procesar decenas de terabytes de datos, mientras que otras pueden tratar cientos de petabytes, por ejemplo, sobre el número de personas que hace clic en su sitio web.
Velocidad
La velocidad es la gran V que representa la rapidez con la que se reciben y tratan los datos. Si los datos se transfieren directamente a la memoria (y no se escriben en un disco) la velocidad será mayor y, gracias a ello, se podrá operar mucho más rápido y los datos se proporcionarán prácticamente en tiempo real. Pero para esto también hace falta una forma de evaluar los datos en tiempo real. La velocidad es la “V” más importante en ámbitos como el aprendizaje automático y la inteligencia artificial.
Variedad
La variedad se refiere a los tipos de datos que hay disponibles. Cuando se trabaja con datos diferentes, muchos de ellos son no estructurados y semiestructurados (texto, audio, vídeo, etc.). Para procesar los datos, en particular los datos no estructurados, se necesitan nuevas tecnologías que faciliten su análisis.
Veracidad
La veracidad se refiere a la exactitud de los datos del conjunto de datos. Se pueden recopilar muchos datos de redes sociales o sitios web, pero ¿cómo es posible asegurarse de que los datos son exactos y correctos? Si se usan datos de mala calidad, pueden causar problemas. Los datos inciertos darán pie a análisis imprecisos y harán tomar decisiones equivocadas. Por este motivo, siempre se deben comprobar los datos para garantizar que se dispone de suficientes datos precisos para obtener resultados válidos y relevantes.
Valor
Como decimos, no todos los datos tienen valor, ni se pueden utilizar para tomar decisiones comerciales. Es importante conocer el valor de los datos disponibles, establecer una forma de limpiar los datos y confirmar que son relevantes para el propósito deseado.
Variabilidad
Cuando se dispone de muchos datos, se pueden utilizar con fines muy distintos. No es fácil recoger tantos datos, analizarlos y gestionarlos apropiadamente, por lo que lo normal es usarlos varias veces. Eso es lo que significa la variabilidad: la opción de utilizar los datos con distintos fines.
¿Cómo funciona el Big Data?
La idea principal del Big Data es que permite tener acceso a más información. Y cuanta más información se tiene, mayor es el entendimiento y mejor se pueden tomar decisiones o buscar soluciones.
En muchos casos, el proceso de análisis de los datos está totalmente automatizado, es decir, se disponen de herramientas tan avanzadas que crean millones de simulaciones para obtener el mejor resultado posible. Pero para conseguirlo con la ayuda de las herramientas analíticas, el aprendizaje automático o incluso la inteligencia artificial, hay que saber cómo funciona el Big Data y configurar cada elemento correctamente.